jueves, 22 de enero de 2009

PRESENTACIÓN (1)

Pues sí… lo he decidido… hoy empiezo

Llevaba tiempo pensando en volver a escribir, bueno, escribir, escribir… simplemente comprarme un cuaderno de espiral, de los de toda la vida, y apuntar de vez en cuando lo que me viniera a la cabeza, ideas, reflexiones, sensaciones… sin importar el orden o la lógica. No quiero un diario, hace tiempo solía escribirlo, pero me ataba, sentía la obligación de anotar cada día todo lo que había hecho. Pero ahora no quiero deberes.

Y aquí estoy, delante de una hoja en blanco sin saber cómo empezar. Pero quiero hacerlo. Serán los únicos momentos que tendré para mí. Y lo necesito, necesito poner un poco de claridad en mi rutinaria vida. Qué incongruencia, ¿no?

Mi “rutinaria” vida es aparentemente perfecta. Tengo treinta y… treinta y… treinta y… uf! Cómo me cuesta asumir que ya hace tres años pasé la barrera de los treinta! Tengo un buen trabajo, me gusta y está razonablemente bien pagado, ejerzo funciones de responsabilidad y estoy bien considerada. Por supuesto, hay días y/o temporadas complicadas, especialmente ahora con “La Crisis”, pero en general, estoy contenta. Llevo casi cinco años casada con Javier, un tipo estupendo que me quiere, y al que quiero. Siempre me ha gustado vivir aquí, en Valladolid, y tengo la suerte de ser propietaria de “un cuarto” (dichosas hipotecas…) de una casa preciosa, donde suelo celebrar cenas con diferentes amigos, porque esa es otra, amigos con los que divertirme no me faltan, ¡y hasta puedo presumir de tener tres o cuatro íntimas, todo un tesoro! Y MI FAMILIA, ah… la familia… ¿qué haría yo sin ellos? Soy la pequeña de tres hermanos, me llevo once años con Ana y nueve con Juan… vamos, que yo no estaba planeada, pero dice mi madre que después del susto, traje bajo el brazo una gran alegría que se ha prolongado durante todos estos años, al menos eso dice ella. Mis padres están estupendos aunque…, debería decir “aunque ya son mayores”, pero me niego, ¡NO, NO y NO!, mis padres siempre van a ser jóvenes, y van a estar estupendos, y van a estar siempre a mi lado........… El tiempo, ¡vaya cabrón entrometido!...................... Mi hermana tiene dos hijos, Lucía (¡mi ahijada!, un “bebé” de quince añazos que ya es más alta que yo) y Josechu, un terremoto de once años. Creo que no hace falta que diga que somos una piña, nos llevamos de miedo y nos apoyamos muchísimo; también discutimos muchísimo, pero no son más que tormentillas de verano que enseguida escampan, ¡es que somos muy temperamentales! para lo bueno y para lo malo…

En fin, como decía, mi vida es “perfecta”.

Y sin embargo…

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