Día 9

La gripe va remitiendo... por fin. Creo que la cogí el domingo, al volver del parque... siempre es difícil hacer volver a Rut a casa, especialmente después de haber pasado tantos días en el pueblo.
El lunes no debí haber ido a trabajar, ¿pero cómo le digo a Javier, después del parón de las Navidades, del favor de los días libres, que creo que me estoy poniendo mala? Mira que lo sabía... 39 de temperatura al llegar a casa, ¡joder! Ya estaba el lío montado... y hasta hoy. El médico me ha hecho el alta con la fecha de mañana sábado, para que no vaya a trabajar hasta el lunes, y aun así, no sé si debería, pero como el cabrón de él ni siquiera me ha escuchado, ¿qué va a saber si puedo trabajar o no?
Mañana tendría que ir a recoger a Rut... qué raro, es la primera vez que estoy tanto tiempo en casa sin ella; sin que tenga vacaciones, digo. De todos modos, la fiebre y los dolores no me han dejado disfrutar del tiempo sin ella; normal... ¿pero llegaré a disfrutar algún día cuando no esté ella? ¿Incluso cuando yo sea viejita y ella una cincuentona, seguiré preocupada por cómo está? ja ja ja ja ja!!!! esto debe de ser la fiebre... Pues claro que sí, Rebeca, claro que sí: yo no soy mi madre.