martes, 10 de febrero de 2009

Hogar DULCE hogar

Bueno, ya he regresado del curso, que ganas tenía. Ha estado bien, era interesante, he estado con mi amiga, pero ya no me acordaba de lo que era Madrid: un stress, en el que piensas hacer 10 mil cosas y no te da tiempo mas que a 2, cuando llegas a esas dos; el resto del tiempo transporte y en fin el día a día... Por lo menos volví a leer cosas en el metro y tren... eso también lo echaba de menos. Con mi amiga bien, la verdad es que ya se va notando la edad, je, je, en otras épocas, llegaba y vamos no parábamos en su casa... nos íbamos de cervecitas, de conciertos, cines y cenas por ahí, ahora no sé si son los años, o la crisis, pero es llegar a su casa y conversación, como mucho un gimnasio, salir a comprar la comida para esos días y de cháchara.. pero lo que es salir... como que no... En fin, son las cosas de la edad, de la crisis o del día a día de Madrid.

Lo cierto es que ya tenía ganas de volver a mi casa, y sobretodo, parece mentira, de ir en mi coche... lo he echado mucho de menos, sobretodo el domingo. Como estaba en Madrid el viernes, aproveché para irme a Cuenca en bus. El viernes me alegré de ir en bus, porque en mitad del camino cayó una nevada que cuajó en la carretera y como la ley de Murphy , el peor tramo, en el trozo de no autovía... Así que quedaba todo muy bonito si la que no conduces eres tú, pero como me hubiera llevado el coche... no sé si hubiera llegado, o me hubiera puesto a llorar... Claro que lo bueno que tuvo el viernes lo tuvo de malo el domingo, porque con eso que tuve que hacer Cuenca-Madrid, Madrid-Pucela.. salí a las 16 de mi casa de Cuenca y llegúe a las 22:45 a mi casa de Pucela. Un auténtico coñazo, encima cargada, y no precisamente de tupper...

En fin, por lo menos el viaje me dejó tiempo para pensar y recordar, que como generalmente recuerdo lo bueno, o me da por filosofar.. pues no estuvo mal. Me acordé de cuando cogía el bus para ir desde Cuenca a Madrid, y las ganas que tenía de llegar a veces a Madrid, sobre todo cuando tenía "churri" y sabía que a la hora que llegara iba a haber alguien esperándome con una sonrisa y con unas ganas de darme un abrazo y un beso.. ummm , que guay.La verdad es que a mi familia siempre le decía que no me fueran a despedir.. no me gustaba eso de decirles adios con la manita.. pero los recibimientos me molaban.. sobretodo si iban acompañados.

La verdad es que me trajo muchas cosas a la mente ese viaje... pero dejaré algo para otro día, ahora ya me e enrollado mucho y tengo que ponerme al día.

¡Ah!, a mi llegada al curro, con la ilusión que tenía de volver a la rutina... otra vez está todo feo.. que si la crisis, el curro, vamos que si unos tienen mucho pero no se les reconoce y otros solo hacen que lanzar rumores.... Yo que se las pintaba tan bien a Laura.. la pobre ha estado estas dos semanas pringando de lo lindo, matándose por una cosa que después ni se le ha reconocido ni nada.. Este jefe es un capullo, se va a cargar a los mejores.. si no los echa... los explota.. En fin.. prefiero ponerme al día y seguir pensando en los recibimientos de las estaciones de autobús

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