jueves, 29 de enero de 2009

Día... mierda! he perdido la cuenta

Estoy sin tiempo para nada. Lo cierto es que cuando estábamos en casa de mi madre tenía poco tiempo, pero ahora me doy cuenta de cuánto me facilitaba las cosas el estar allí. Rut se ha puesto mala el martes, así que pasa las noches y las mañanas en casa de la bisa, la recojo al salir del trabajo, no me despego de ella en toda la tarde y, antes de que se quede dormida, la llevo de nuevo allá.

Y sin embargo, a pesar de las dificultades, no quiero renunciar, me niego a renunciar a esta nueva independencia: a no hablar cuando no me apetece, a manejarme-manejarnos yo sola, a no salir a deshoras con la niña por no aguantar ciertas visitas de mi madre... esas cosas que tanto me hartaban sin apenas darme cuenta.

Así que, aun sin tiempo y con catarros y fiebres por doquier, aquí estoy, contenta de mi decisión. Me voy, que ya es la hora.

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