lunes, 2 de febrero de 2009

De cuando hacía canciones...

Mañana vuelvo al trabajo. Tengo ya ganas de hacer vida normal, de salir a la calle sin sentir que estoy haciendo algo mal o que tengo que ocultarme... Esa es la sensación que me produce estar de baja y bajar a la calle, por ejemplo, a pasear a Nano, o a hacer la compra. Pero claro, pienso, que estando enfermo uno tiene que comer igual y hacer cosas que son necesarias y que no se puede prescindir de hacer. Supongo que es el miedo a la autoridad, que aunque uno intenta despojarse de los miedos que se generaron en el pasado, algunos siguen ahí dando guerra.
Hacía mucho tiempo que no lo hacía y esta tarde aprovechado que estoy solo en casa y que es mi última tarde de "incapacidad laboral temporal" he sacado mi guitarra de su encierro (no voluntario) y me he puesto a intentar escribir algo. Debo de estar desentrenado, antes me ponía y me salían canciones como churros... canciones que tengo guardadas en el recuerdo y que no se si recordaría ahora mismo como eran. Pertenecen a un tiempo y a un momento diferente de mi vida. Y aunque no me gusta echar la mirada hacia atrás inevitablemente me vienen de repente recuerdos asociados a la guitarra, a la música...
Quería dedicarme a ello. Estuve durante un tiempo intentándolo, pero supongo que nunca llegué a dar el salto de arrancarme y empezar a tocar por garitos que esa siempre fue mi intención. Así que me conformaba con reunir a mis amigos en casa (cuando vivía solo) poner algo de meriendilla y esperar a que ellos me pidieran que sacara la guitarra y les enseñara mis nuevas canciones... claro que si ellos no me lo pedían acaba haciéndolo yo, y cuando me disponía a empezar siempre me invadía una falsa modestia y una tonta inseguridad (¿y se les molesto? ¿y si no les apetece? ¿y si, y si, y si.....? ¡ISI....DORO!)
Y ahí estaba yo con el rollo cantautor ñoño, que hablaba de amor (sobretodo de amor) no correspondido y con algún contenido social, (es normal, entonces me movía en ambientes muy hacia la izquierda...)
Me gustaba cantar, mucho y me gustaba ir con mi guitarra a todos los sitios, excursiones, acampadas, vacaciones. Allí nos íbamos mi chica (mi guitarra) y yo donde fuera.
Alguna vez me presente a algún concurso musical con otros amigos o bien solo, y tengo que decir que generalmente teníamos éxito, no para ganar pero si para quedar segundos o terceros, ¡vaya! que no era tan malo y siempre con canciones mías.
Llegué hasta a grabar una maqueta. tenía entonces un amigo metido en temas musicales que se empeñó en que teníamos que montar algo y así fue. Como él conocía mucha gente en el mundo musical vallisoletano enseguida buscó un tercer aliado y montamos un grupillo: "Delicias café". Así que nos pusimos con mis canciones y ellos me hicieron unos arreglos que entonces me parecían fantásticos (yo de música nunca he sabido mucho, lo cual me apena bastante, pero me puse en sus manos que eran los que entendían de compases, negras, blancas y armonía...). Y nos decidimos a hacer la maqueta. Fue toda una experiencia, la verdad. Meterse en un estudio y oír las canciones con un sonido tan diferente, tan limpio... Pero quedó solo en eso. Nunca hicimos nada más. Llevamos la maqueta por diferentes bares de Valladolid (el tío Molonio, por ejemplo) para que lo escucharan y nos dejaran tocar... pero nunca nos llamaron... Creo que no éramos buenos. Lo cierto es que cuando oigo la maqueta (rara vez) me da mucha vergüenza y no veo que mi voz suene nada bien... o tal vez es que siempre imaginé mis canciones acompañadas solo con la guitarra y que tanta "ropa" musical no las reconozco...
De repente dejé de hacer canciones. Hará ya unos diez o doce años, cuando vivía en León, no se por qué razón, pero de repente se me fueron las musas o que tal vez no era lo mío, ¡que se yo!. A veces pienso que coincidió también con la muerte de mi padre... No se, el caso es que mi guitarra se fue quedando arrinconada, dentro de su funda y llenándose de polvo y recuerdos.
Y hoy... me he puesto a intentarlo... Y de repente me noto las yemas de los dedos doloridas del desentreno y quizás un tanto decepcionado de no haber conseguido escribir más que un par de estrofas que no me convencen... ¿Será cuestión de insistir?

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