jueves, 8 de enero de 2009

ESPACIO Y TIEMPO
Hola, guapísima, de rizos ordenados, descansada y serena, feliz más que ayer, pero no más que mañana, guapísima, al fin y al cabo...
Te escribo a ti esta primera página de mi diario íntimo, lleno de fantasía y lleno de realidad, hecho de ficción y hecho de sensaciones reales, porque tengo que escribirle a un y quiero que ese seas , criatura -bella, bellísima, al fin y al cabo- de mi imaginación, de mi fantasía...
Te renuevo mis deseos para un feliz -feliz, precisamente- 2009 y para que puedas seguir llenando siempre tan bien y cada vez mejor tus espacios y tu tiempo, también en este joven 2009...
También yo recupero mi espacio y el tiempo para mí, en gran medida trabajando... El trabajo, que es, en los últimos tiempos, aunque tal vez te sorprenda un poco, lo que más me llena y más satisfacciones me aporta...
No puedo correr. Estoy lesionado en la rodilla izquierda y sólo el jueves que viene conoceré el resultado de la resonancia en la fugaz e incierta consulta de mi traumatólogo, que no he elegido, que no me gusta, que apenas me habla y no me da confianza... ¿Qué me dirá? ¿Me dirá algo? ¿Menisco? ¿Tendré que operarme? ¿Tendré que dejar de correr? ¿Rehabilitación? Boh... Estoy preocupado, echo de menos el ejercicio físico, mis entrenamientos, mis carreras, mi running, que son mi principal fuente de salud, bienestar y equilibrio físico y mental. Echo de menos también el teatro, mi principal válvula de evasión, de fantasías literarias y de imaginación y de momentos reales, vividos y compartidos, también y sobre todo, con gente a la que quiero, con personas a las que yo elijo...
He sufrido durante estas larguísimas vacaciones... Mi mujer muy cansada, agotada... Comprensiblemente... Está en el comercio, ya sabes... Pero también incomprensiblemente no dispuesta a vivir conmigo o con nuestras hijas momentos -aunque fueran sólo momentos- de alegría o de descanso o de serenidad o de ilusión o de esperanza... Creo que en las próximas vacaciones de Navidad me iré a Roma... Lo digo todos los años, pero... He tenido responsabilidades caseras... Pequeñas obras, arreglos y gastos: persianas nuevas en la galería, bombillas fundidas, teléfono estropeado, problemas de fontanería, una gotera... Pero también las asignaturas que mi hija adolescente tendrá que recuperar en los próximos días e incluso las mates y el inglés con la pequeña, por si acaso... ¡Que no se diga que en casa del herrero cuchillos de palo! ¡No puedo más! ¡Sólo exigencias y responsabilidades! Y yo que esperaba recuperar un poco de tiempo perdido en tantos aspectos de mi vida personal y familiar... Por lo menos he conseguido dormir bastante... Pero la mayoria de las propuestas que avanzaba eran rigurosamente rechazadas y sustituidas con otras que de agradable o placentero -por lo menos para mí- tenían muy poco...
Te confieso, dolcissima, que estoy contento de haber vuelto a trabajar... Sí... Estoy más satisfecho, comprometido realmente en algo que aun sea puntualmente obtiene una respuesta, un reconocimiento, y que me gusta hacer y hacer bien... Mis clases, mis alumnos, en la Uni, en la Escuela de Palencia...
Estando más libre he pensado un poco -¿demasiado?- en ciertas formas de insatisfacción en mis relaciones familiares. A menudo me sorprende el sentirme responsable en parte de todo esto, por un estraño sentido de culpabilidad que aparece en la superficie sin saber por qué... Pensar un poco o pensar demasiado... Pensar en negativo o pensar en positivo... No lo sé ni me importa... Si empiezo a filtrar también pensamientos o imágenes soñadas o recuerdos reales... ¿Qué me queda?
Empiezo por tanto un nuevo trimestre, muy intenso y con algunas citas más, que debo preparar con cierto rigor... Un poco me imponen, pero es sobre todo necesario retomar el ritmo y dejarse guiar por la agenda y por el entusiasmo, que nunca me falta... Sólo espero poder condimentarlo con alguna emoción más, con alguna sonrisa más, con algo más de cariño, de comprensión... A veces, también en estas fiestas, incluso en estas fiestas, aún más en estas fiestas, he tenido la sensación de estar solo... Sí, estoy solo, cuando soy el Mauro más sincero y más verdadero... Que en el fondo es el mejor de los Mauro posibles, pero que no puede ni encuentra el modo de expresarse realmente hasta el fondo, de dar, ofrecerse, entregarse y de nuevo dar, y luego también recibir... Por eso me temo que pensar de esta forma sea pensar demasiado y pensar en negativo... Por eso estoy contento de recuperar mi espacio y mi tiempo, aunque sólo sean espacios y tiempos de rutina cotidiana, y centrarme de nuevo en mi trabajo, sin demasiados grillos saltando en mi cabeza... Aunque algún grillo cantando debe haberlo, ¿verdad?
Espero que todo este tiempo nuevo que llega con nosotros sea de verdad ese tiempo soñado, con el que estábamos soñando, con el que podemos soñar, con el que debemos soñar...
Te beso suavemente, bellissima... Creo que si cierras los ojos, lo sientes, me sientes...
Aunque en esta dimensión fantástica, ti voglio bene, pues me haces bien...
Mauro

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